viernes, 20 de abril de 2012

QUIEN HA PROBADO ESTE PAN NO QUEDA INSATISFECHO


Evangelio según san Juan 6, 1-15
Este día, el evangelista Juan nos transporta a un monte, junto al lago Tiberíades, a un banquete en medio de la escasez, a la multiplicación de los panes. Jesús aparece en este texto con una conciencia sobrenatural de lo que va a ocurrir. Él es el centro del banquete, quedando los discípulos en un papel secundario, con una clara diferencia con respecto a la multiplicación narrada en el evangelio de Marcos, cuando Jesús les dice: «Dadles vosotros de comer».
Jesús, además, es reconocido como respuesta a las necesidades más profundas del ser humano, como «el profeta que debía venir al mundo». Incluso como líder que podía solucionar los problemas sociales y políticos —«pretendían proclamarlo rey»—. Algún comentarista ha escrito que, en este pasaje de Juan, debería hablarse más de «la multiplicación del Pan», que de «la multiplicación de los panes». Jesús es el Pan de Vida y su gran señal es el banquete eucarístico. Él es suficiente, mejor aún, abundante, para cubrir nuestras carencias. Nadie que ha probado este Pan puede quedar insatisfecho, ni tampoco dejar de repartirlo con otros. Son otros modos de expresar el «Sólo Dios basta» de santa Teresa de Jesús, que tanto rezamos y cantamos. Bien podemos hacerlo ahora: «Nada te turbe, / Nada te espante, / todo se pasa, / Dios no se muda;/ la paciencia / todo lo alcanza; / quien a Dios tiene / nada le falta: / Sólo Dios basta».
Ante el problema del hambre en el mundo, ¿tú actúas como Felipe o como el muchacho?
La gente quería un Mesías que fuera rey fuerte y poderoso. Hoy, muchos van detrás de líderes populistas. ¿Qué nos tiene que decir sobre esto el evangelio de hoy?

Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
http://www.cursillosdecristiandad.es/

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